La batería para el automóvil es el corazón de este último:
Sin ella, el vehículo no tiene la energía para arrancar, moverse o hacer otra cosa. Por eso es importante entender un poco a tu batería y saber cuáles son los signos más comunes que esta da cuando debe cambiarse.

El motor empieza a moverse pero no se enciende

Si el motor empieza a moverse, pero no se enciende, lo más probable es que la culpable sea la batería. Aunque también puede ser otro problema, el 94% del tiempo es la batería de auto. Incluso si un amperímetro dice que la batería está en buen estado, es posible que no tenga el suficiente voltaje para que el vehículo funcione correctamente.

Cuando el motor no quiere encenderse, necesitarás utilizar cables de arranque para que empiece a correr de nuevo. Una vez el auto esté en funcionamiento, desconecta el cable de arranque y deja que el motor corra durante unos 30 minutos de forma que el alternador pueda cargar la batería de nuevo.

Después de esa media hora, cuando estés en casa o en un lugar seguro, haz una prueba. Después de que apagues el motor, espera al menos un minuto y luego vuelve a encenderlo. Espera otro minuto y enciéndelo una o dos veces más. De esta manera, te asegurarás de que no te quedes varado.

En este punto, la mayoría de las baterías de auto se habrán cargado gracias al alternador y estarán bien para un día o dos. Sin embargo, no des por hecho esta cantidad de tiempo. Durante estos días, busca una nueva batería para automóvil para reemplazar la vieja.

El auto no se enciende ni tampoco las luces

Esta situación es bastante fácil de diagnosticar y es una señal bastante clara de que la batería es la culpable. Esta le da energía a todos los accesorios y las luces del auto, en especial cuando el alternador no está en funcionamiento. Entonces, si el auto no da ninguna señal de vida, entonces la batería es lo primero que deberías revisar.

En este caso, debes tener en cuenta que, como el vehículo no tiene la energía suficiente para encender las luces o encender el motor, el problema no solo podría involucrar la batería, sino también al alternador.

Si el auto no se enciende, pero los faros sí, esto podría indicar un problema más interesante, como el interruptor de encendido o un problema mecánico en el motor.

Un día enciende bien, pero al siguiente no

Si el arranque es un problema recurrente para ti, es una señal de que los terminales de la batería están sueltos, rotos, corroídos o endurecidos; o está experimentando una descarga parasitaria, es decir, la energía está siendo drenada por un dispositivo que está encendido cuando en realidad debería estar apagado o por un cable que está tocando algo que no debería.

Revisa los cables de la batería para automóvil primero, pues a menudo son los principales sospechosos y son más fáciles de revisar.

Asegúrate de que los cables están sujetos firme y seguramente a los postes de la batería. No deberían estar sueltos ni deberían poder moverse cuando estén ajustados. También debes asegurarte de que los cables que van hacia las terminales no estén desgastados. Si lo están, reemplázalos tan pronto como sea posible.

El arranque en frío es difícil de realizar

Si observas la batería, en algún lado podrás encontrar una etiqueta indicando el número de “corriente de arranque en frío”. Esta corriente es la responsable de darle al motor la suficiente energía para arrancar por primera vez en el día.

Por lo tanto, no es una sorpresa que una señal de que la batería para automóvil está a punto de malograrse es que regularmente estés haciendo un mayor esfuerzo para arrancar el vehículo: entras al auto, apretas el acelerador, giras la llave unas cuantas veces y todo lo que consigues es muchas rotaciones débiles del motor.

Cuando nos referimos a “regularmente” es que tengas estos problemas más de tres veces a la semana. Si esto sucede, es porque la batería de auto ya requiere de un cambio inmediato.